Un Futuro más Brillante para las Economías Emergentes

octubre 5, 2017

Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) siguen siendo algunas de las economías emergentes más veloces del mundo, con más de 16 billones de dólares en el PIB y casi la mitad de la población activa. Estas potencias de la economía global se reunieron en la Novena Cumbre Anual BRICS en Xiamen, China para consolidar recursos, fortalecer las perspectivas de crecimiento económico y establecer una posición política unificada ante algunos de los desafíos más importantes del mundo.

El Presidente de Brasil, Michel Temer, el Presidente de Rusia Vladimir Putin, el Primer Ministro de India Narendra Modi y el Presidente de Sudáfrica Jacob Zuma, se reunieron para reforzar su papel en la escena global y discutir sobre la dirección de su continua asociación. A diferencia de otras asociaciones económicas como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, el objetivo común de la asociación BRICS no es establecer un sistema económico, de seguridad o político. Su objetivo es formar una relación pragmática en el siglo XXI, que una los recursos y la influencia de sus miembros con el fin de alcanzar objetivos comunes acordados por los cinco países. Esto, es todo un logro cuando se considera que están tan dispersos geográficamente, con economías en diferentes etapas de desarrollo y con un grado considerable de disonancia ideológica.

¿Por qué los BRICS han mantenido esta asociación durante la última década? Cada país tiene sus razones:

  • Brasil tiene la intención de fortalecer sus relaciones de comercio e inversión con Asia.
  • Rusia quiere establecer un contrapeso económico y geopolítico al sistema Atlántico.
  • La India está reforzando su posición como líder del mundo en desarrollo.
  • China quiere desarrollar sistemas de gobernanza en los que su influencia política sea proporcional a su creciente superioridad económica.
  • Sudáfrica está legitimando su papel como puerta de entrada al continente africano.

A pesar de las intenciones de cada uno de los miembros, existe una cooperación sin precedentes en materia de comercio, infraestructura, finanzas, urbanización y cambio climático.

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BRICS en números

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Fuente: Foro Económico Mundial (2017)

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Plataformas como el Foro Académico y el Consejo de Negocios de los BRICS, han compartido conocimientos académicos, comerciales y políticos para fortalecer el crecimiento económico. El Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NDB), con una capacidad para prestar hasta 34,000 millones de dólares al año, mientras mantiene un fondo de reserva de emergencia de 100,000 millones de dólares, se está posicionando como un financiador alternativo y suplementario para el desarrollo internacional. El Acuerdo de Reserva de Contingencia también establece instrumentos de liquidez y de precaución en respuesta a presiones de balanza de pagos a corto plazo reales o potenciales. La Plataforma de Investigación Agrícola BRICS promoverá el desarrollo agrícola sostenible mediante la cooperación estratégica, para fortalecer la seguridad alimentaria mundial. Esto busca resolver los problemas del hambre en el mundo, la subnutrición, la pobreza, la desigualdad, el comercio agrícola y la resistencia al cambio climático. La importancia de estas iniciativas no puede ser subestimada ya que marcan un cambio de la retórica política a la entrega de resultados concretos. Más importante aún, ofrecen alternativas creíbles a la hegemonía del dólar y al sistema de gobernanza global de Bretton Woods.

Si bien es poco probable que tales instituciones sustituyan al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial, representan un paradigma de gobernanza justo y fundamentalmente diferente. Al otorgar derechos de voto iguales a sus miembros fundadores y mejorar la dependencia de las monedas locales, los miembros del BRICS están tratando de crear una nueva plantilla para el mundo en desarrollo. El NDB ha comenzado a trabajar en su primer proyecto de desarrollo sostenible, que implica la generación de energía solar a través de tejados en Shanghai. El mes pasado, la Junta Directiva del NDB aprobó cuatro proyectos adicionales en China, Rusia e India por un valor de más de 1,400 millones de dólares. La próxima ronda incluye una facilidad de financiación soberana de $2 mil millones para el control de inundaciones y la calidad del agua y $470 millones para el desarrollo de abastecimiento de agua rural a través de los BRICS. Otros 30,000 millones de dólares financiarán 15 proyectos de infraestructura adicionales para finales del 2017. El resto del mundo está tomando nota y Afganistán, Argentina, Indonesia, México, Turquía, Egipto, Irán, Nigeria, Sudán, Siria, Bangladesh y Grecia han manifestado su interés por unirse a la asociación.

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Hay varias razones para ser optimista sobre las perspectivas futuras de los BRICS. Han logrado un promedio de 6% de crecimiento por año en esta década, que es más del doble que el Grupo de las Siete Naciones. Durante el último año, el Fondo Monetario Internacional ha revisado repetidamente sus previsiones de crecimiento, que ahora espera crezcan un 4.8% durante 2018. Los BRICS se acercarán a la proeza económica total del G7 en 2030, y para 2050 se proyectan para ser casi del doble del tamaño. Los papeles de la gobernanza global y el dominio económico están cambiando.

El mundo está cambiando rápidamente y los BRICS han reafirmado su compromiso con la globalización para permitir la igualdad soberana y la toma de decisiones democráticas a nivel nacional y a través de las fronteras. Este enfoque fortalecerá el multilateralismo, garantizará el crecimiento económico y establecerá una influencia geopolítica para sus miembros que ayudará a conformar un sistema global totalmente nuevo, inclinado a su favor.