La Necesidad de una Nueva Revolución Verde

diciembre 7, 2015

“El hombre puede y debe prevenir la tragedia del hambre en el futuro en lugar de intentar, con penoso lamento, salvar los restos humanos de la hambruna, como lo ha hecho tantas veces en el pasado.”

– Norman Borlaug – Biólogo, Humanitario y ganador del Premio Nobel

Asegurar un suministro de alimentos sustentables ha sido el desafío más significativo para el hombre a lo largo de la historia, uno que ha sido agravado por el incremento reciente en la población mundial en el siglo pasado.

Con tan pocos avances científicos para aumentar los rendimientos agrícolas, las necesidades alimenticias de una creciente población se cumplieron simplemente usando más tierras de cultivos. En el siglo XIX, poco después de que la civilización humana alcanzó mil millones de personas, el pesimismo, respecto a la posibilidad de alimentar a la población que era cada vez mayor, surgió. La tarea parecía aún más difícil mientras que los avances en la medicina y salud pública llevaron a expectativas de vida más largas y más nacimientos. Thomas Robert Malthus, uno de los más destacados demógrafos y economistas políticos de la época, predijo que el crecimiento de la población y aceleración rápida tendría una presión excesiva sobre los recursos más vitales de la humanidad y eventualmente, llevar a una población global afectada por hambruna y enfermedades.

Desde la predicción de esta catástrofe malthusiana, la población mundial se ha expandido más de siete veces a 7.3 millones en el 2015. Nuestra población también está envejeciendo, 15% de todos los seres humanos que jamás han existido y la mitad de todos los mayores de 65, están saludables. Afortunadamente la resistencia y el ingenio del hombre superaron las predicciones de Malthus (al menos hasta ahora) con lo que se le conoce como la Revolución Verde.

El-Aumento-de-la-Poblacion-Mundial-en-los-ultimos-300-anosFuente: Organización Mundial de la Salud (2015)

 

La Revolución Verde de la década de los 60 tuvo un cambio en la agricultura moderna, vio un aumento drástico en la producción global a través de una serie de investigaciones, desarrollo e innovación tecnológica, salvando a mil millones de personas del hambre. Aunque estos avances le permitieron a nuestra población prosperar así en un nuevo milenio, las técnicas de cultivo de hoy dependen de una cantidad insostenible de agua, energía y productos agroquímicos sintéticos, a menudo con poca consideración a los efectos adversos a la salud y el medio ambiente a largo plazo.

Si avanzamos hasta el día de hoy estamos al borde de una crisis alimenticia. Los precios mundiales llegaron al límite de todos los tiempos en febrero del 2011, y en el 2013 la Organización de Agricultura y Comida (OAC) estimo que 870 millones de personas sufrieron de desnutrición crónica. Esto equivale a uno de cada ocho personas en el planeta. Aunque la producción de alimentos hasta el momento se ha mantenido con el crecimiento demográfico, los rendimientos agrícolas están empezando a mostrar un descenso.

Los investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), la Universidad de Hong Kong y la Universidad del Estado de Colorado estiman que la producción global de arroz, trigo y soya verán bajas de 10% en el 2050. Casi dos millones de toneladas de alimentos, entre 30-40% del total del mundo, se pierden antes de que llegue a ser consumido por los seres humanos. A veces esto es intencional, ya que los humanos interfieren con la cadena de suministro con el fin de alinear la dinámica de oferta y demanda. En otras situaciones, hay una ruptura en la relación entre el productor, distribuidor y el consumidor. Esto se debe a la falta de inversión en infraestructura, o la mala ingeniería y las prácticas agrícolas en las regiones en desarrollo en el mundo.

 

rendimientos-mundiales-en-las-Cosechas-de-Alimentos-Basicos

 

La innovación es necesaria en la agricultura global. Los niveles y la productividad de la agricultura se están alentando y las inversiones limitadas necesitan ser atacadas. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (mundialmente conocida como FAO) estiman que los niveles de inversión en agricultura tendrán que incrementar 50% para alcanzar los requerimientos para mantener la población global.

A menos que se muevan piezas para explorar la sustentabilidad, vivir como lo hacemos puede llegar a significar acostumbrarnos a menos. La disponibilidad de las tierras de cultivo van a la baja, en parte, es por hacer espacio para las zonas urbanas que siguen creciendo. Los rendimientos de los cultivos ya no se están expandiendo como en la “Revolución Verde” de los 60 y 70 que es ahora una distante memoria. Los recursos de agua están bajo presión y la condición de la tierra se continúa deteriorando. Una nueva manera más amable y más efectiva de producir comida tiene que ser encontrada si queremos evitar que los peores aspectos de la predicción de Malthus pasen en este siglo.

La Revolución Verde está muerta…. ¡Que viva la Revolución Verde!