La Modernización de los Fertilizantes del Siglo XXI

abril 24, 2017

Actualmente, la humanidad enfrenta el importante reto de producir más alimento en las próximas cuatro décadas que lo que se ha producido en los últimos 10,000 años y simplemente, no podremos hacerlo sin suelos saludables para alimentar nuestros cultivos.Muchas soluciones han sido exploradas a lo largo de la historia, desde los fertilizantes orgánicos, alternativas sintéticas y minerales naturales, los cuales han contribuido en gran medida a la nutrición del suelo. Su aplicación fue la base de la Revolución Verde de los años 1960, que salvó a más de mil millones de personas del hambre y cuyas prácticas continúan alimentando a más de la mitad de la población mundial. Sin los fertilizantes, la producción mundial de alimentos se reduciría al menos a la mitad.

Aunque nunca haya escuchado de la urea, sin duda ha disfrutado de sus beneficios. Este producto químico nitrogenado es el fertilizante sintético más utilizado en la agricultura, con más de 190 millones de toneladas producidas cada año. Extremadamente eficaz, este fertilizante se ha vuelto esencial para mantener un suministro adecuado de alimentos nutritivos. Sin embargo, se requiere de un manejo cuidadoso, ya que cuando se agrega demasiada urea al suelo, existe demasiada cantidad de nitrógeno para que las plantas lo absorban y este nitrógeno se concentra en el suelo, se filtra hacia fuentes de agua y puede envenenar a microbios benéficos. Debido a que el suelo es uno de nuestros recursos más valiosos, que contiene miles de millones de microorganismos responsables de una multitud de servicios ecológicos, que van desde la regulación del agua, la filtración y el ciclo de nutrientes, hasta la captación de carbono, debemos protegerlo y nutrirlo. Un suelo saludable es parte integral para la sostenibilidad de la vida vegetal y animal y, sin embargo, seguimos agregando cantidades excesivas de productos químicos sintéticos. Esta aplicación tan intensa tiene impactos drásticos sobre nuestro clima, salud y biodiversidad. Los métodos comunes de aplicación desperdician más del 80% de estos productos químicos, dejándolos libres para contaminar el suelo durante décadas. Uno de los principales riesgos del uso de fertilizantes es la filtración de nitrógeno a través de acuíferos y aguas subterráneas a los lagos y al mar, creando floraciones de algas y otros organismos que agotan el oxígeno y generan “zonas muertas” donde nada puede sobrevivir.

Aplicaciones de la Urea

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Fuente:  Asociación Internacional de la Industria de Fertilizantes,  (2012)

Cuando se aplica urea al suelo, el agua rompe el producto químico en amonio, nitrito y nitrato (mediante nitrificación). Este proceso es necesario para que el nitrógeno, esencial para el crecimiento y el desarrollo, esté disponible para el cultivo. Con frecuencia, el proceso de nitrificación es demasiado rápido, permitiendo que cantidades significativas de nitrógeno escapen a la atmósfera. Desafortunadamente, las plantas son capaces de recuperar sólo una fracción de este nitrógeno. Para la urea, la Eficiencia de Uso de Nitrógeno puede alcanzar un máximo absoluto de 50%, manteniendo un promedio alrededor del 30%.

Aquí es donde el Nim ofrece una innovación increíble. Los extractos de Nim se descomponen lentamente, dando lugar a una liberación más lenta de los nutrientes contenidos en ellos. Cuando se mezcla con urea, el Nim forma un revestimiento fino y protege ante la pérdida de nutrientes y minerales garantizando una disponibilidad regulada y continua durante un período de tiempo más largo, según el requisito del cultivo. Este método ayuda a las plantas a desarrollarse de manera más eficiente y da como resultado mayores rendimientos disminuyendo la degradación ambiental. El Nim es también más barato que la mayoría de las soluciones alternativas y puede ser utilizado como pesticida natural, protegiendo los cultivos mientras que los nutre.

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Fuente:  Asociación Internacional de la Industria de Fertilizantes,  (2016)

En enero de 2015, el Gobierno de la India ordenó que al menos el 75% de la urea producida y consumida en el país estuviera recubierta de Nim. Se espera que este año, la producción de cereales de la India alcance un récord de 271.98 millones de toneladas, frente a los 251.57 toneladas del 2015. La producción de arroz, trigo, maíz, legumbres e incluso semillas oleaginosas se estima también alta en el mismo tiempo. A la par, el consumo de urea ha disminuido en casi dos millones de toneladas. El Centro de Desarrollo Agrícola y Transformación Rural de la India encontró que el uso de urea bajó de 152 kg por hectárea en 2014-15 a 149 kg en 2015-16, pero el rendimiento saltó de 2.028 kg por hectárea en 2014-15 a 2.042 Kg en 2015-16 gracias a la urea recubierta de Nim. Nunca antes en la historia reciente la producción de alimentos había aumentado cuando el consumo de fertilizantes como la urea había disminuido. El Nim ofrece una solución innovadora y extremadamente eficaz y continuará probándose como una alternativa natural y sostenible para muchos problemas globales.