Elevando las Participaciones en la Banca de Desarrollo Global

julio 16, 2015

Las economías emergentes mas rápidas en el mundo, que representan $16 billones en el PIB y el 40% de la población, están consolidando sus recursos, con el objetivo de quebrar el monopolio del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. ¿Y por qué no? Si son bien gestionados, los bancos son de alto nivel, instituciones de prestigio que demuestran poder y propósito, además de ser negocios rentables. Tanto el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) como el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NDB) tienen como objetivo crear sistemas financieros que sirvan mejor a sus propios intereses. Utilizando sus propios recursos para financiar proyectos conjuntos de gran escala en el transporte, la energía y en el desarrollo industrial que harán – si tiene éxito, no sólo interrumpiría, si no destronaría, seis décadas de hegemonía del dólar.

Las instituciones de Bretton Woods, como el FMI y el Banco Mundial, fueron formadas y dirigidas por las potencias occidentales victoriosas para ayudar a reconstruir las naciones destruidas y promover la cooperación económica internacional después de la segunda guerra mundial. Esto tenía sentido cuando en la mayor parte del siglo XX, el 60-70% de la producción y crecimiento mundial provino de los países desarrollados.

Las últimas dos décadas han experimentado un cambio radical en el orden tradicional. Tasas de crecimiento económico más rápido y una mayor proporción de la riqueza, están surgiendo de los mercados emergentes. A pesar de ello, los derechos de voto del FMI en la Junta Ejecutiva siguen dando a Francia, con un PIB de $3 billones, un porcentaje de votos mayor que el de China, con un PIB de $10 billones. Bélgica, con sus $500 mil millones del PIB, también tiene un porcentaje de votos mayor que Brasil, con un PIB de 2,2 billones de dólares. Con un fuerte poder económico e influencia geopolítica, las economías emergentes están buscando igualar y hasta reemplazar la autoridad de estas instituciones occidentales.

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El Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, con capacidad de prestar hasta 34 mil millones dólares al año, mientras que cuenta con un fondo de reserva de emergencia de US $ 100 mil millones, está siendo catalogado como una alternativa y un suplemento financiero para la infraestructura. El capital del banco se utilizará para financiar proyectos de infraestructura y de “desarrollo sostenible” en los BRICS a finales de 2015. El fondo de reserva de divisas, casi una copia del FMI y exclusivamente para los miembros del bloque, ayudará a mantener la estabilidad financiera y a reducir cualquier riesgo de cambio. Aunque todos los miembros de las Naciones Unidas tendrán derecho a participar, el dominio de los BRICS estará asegurado por la propiedad mayoritaria de la participación. Para tener una perspectiva mayor del tamaño del NBD, el capital suscrito en el Banco Mundial y en el Banco Asiático de Desarrollo es $ 223 mil millones y $162 mil millones, respectivamente. Aunque pequeño, el NBD es lo suficientemente grande como para funcionar como un medio complementario para financiar el desarrollo a todos los BRICS. También puede motivar a los bancos de desarrollo existentes a funcionar más normativa, democrática y eficientemente.

Ahora que cuenta con 57 miembros en toda Europa, Oceanía, África y América del Sur, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura tiene la ambición de convertirse en un rival para el FMI y para el Banco Mundial. El objetivo claro es insertar el Renminbi en flujos de inversión y de comercio globales. Unas 16 de las 20 economías más grandes del mundo son ahora miembros del AIIB, a parte de EE.UU., México, Japón y Canadá que hasta el momento se negaron a participar. China está buscando apaciguar a sus vecinos numerosos y socios comerciales con los proyectos de infraestructura multimillonarios, pero también buscará oportunidades para utilizar algunos de sus US $4 billones en reservas de divisas para las ganancias de capital. Si tiene éxito, el Renminbi fortalecerá su punto de apoyo como moneda de comercio, ya que las economías se vuelven más confiables en la solución de los acuerdos bilaterales directamente con Pekín, sin recurrir a los dólares. El objetivo de China es claro – que el Renminbi sea aceptado junto con el dólar, el Euro, el Franco Suizo y el Yen como moneda de reserva totalmente convertible

La economía mundial está cambiando rápidamente con los mercados de las economías emergentes representando ahora el 65% de la producción mundial. El Banco de los BRICS y el AIIB irán sin duda, a consolidar y fortalecer la propia economía de sus miembros, mientras reducen la influencia de las instituciones dominadas por Estados Unidos que aseguraron las últimas seis décadas de la dominación del dólar.