En el último reporte de Estancamiento Secular, los economistas de la Reserva Federal concluyeron que se esperaba que el crecimiento del PIB y las tasas de interés reales se mantuvieran bajas en las próximas décadas, mientras que la economía global se aclimatara a un nueva normalidad.
Una de las razones la podemos encontrar con Jeanne Lousie Calment, oficialmente la mujer de mayor edad registrada, que alcanzó los 122 años. Habiendo presenciado una era sin precedentes para la innovación humana, en la que se inventó la radio y que hoy da acceso a internet a más de 70 millones, su vida representa un cambio profundo para la demografía que afecta a la población de hoy en día. Hace poco más de 100 años la expectativa media de vida alrededor del mundo, era de 30 años. Hoy, se ha duplicado desde 1900, de 40 a 80 años y la proporción de gente que llega a los 65, se ha triplicado, pasando del 30% al 90% de la población. La administración para el envejecimiento de los Estados Unidos, estima que la cantidad de personas de 60 años o más incrementó de 19.4% en 2010 a 22.2% en 2020. Este cambio muestra el incremento más grande del porcentaje de población que el mundo haya visto mayor a los 60 años.
Expectativa de vida, 1543 – 2012
Fuente: División de Población de las Naciones Unidas (2016)
Una fuerza de trabajo anciana puede afectar a la economía en una gran variedad de formas, desde una gran parte de su población entrando a su retiro hasta el incremento en la carga fiscal a medida que más personas se convierten en elegibles para los programas de seguridad social. Desde el 2008 el número de beneficiarios de Seguridad Social aumentó de $41 a $49 millones de dólares, y la tasa de participación laboral cayó a 62.4% (la más baja en casi 40 años).
Los investigadores de la RAND Corporation encontraron que el crecimiento del PIB en Estados Unidos se reducirá en un 1.2% esta década debido, únicamente, al envejecimiento de la población. En comparación, la economía de Estados Unidos creció a una tasa promedio de 1.8% en los últimos 50 años tomado en cuenta la inflación. El Fondo Monetario Internacional también ha llegado a la misma conclusión, encontrando que el envejecimiento de la fuerza laboral reducirá el crecimiento de la productividad en la UE en un 4% en los próximos 20 años. Nuestro envejecimiento de la población se ha convertido en el factor más importante en la disminución del 1.25% en el ritmo natural de ingresados reales a los sistemas de salud y el producto interno bruto real desde 1980.
Crisis Financieras ocurren en puntos de inflexión demográfica
Fuente: Análisis de Inversión UBS (2016)
Una vida longeva y una reducción de las tasas de natalidad en los países desarrollados, seguirán aumentando la proporción de personas mayores, haciendo que los bancos centrales no puedan aumentar las tasas de interés. Históricamente, las tasas de interés bajas desde 2007, les han costado a los ahorradores $630,000 millones, sin embargo, todavía hay un extra de $1.6 billones de dólares en pasivos del sector público existente en la actualidad. Si no se hace nada al respecto, tal presión sobre seguridad social alcanzará los $ 17,000 millones de dólares en 2050 (3 veces la deuda actual de los Estados Unidos de América y equivalente a $131,000 por cada ciudadano estadounidense).
Hoy en día más personas enfrentan una vejez cara. Si alguien no cuenta con al menos $500,000 dólares para su retiro, es posible que también, sea parte de los dos tercios de la población americana que se quedará sin dinero durante sus últimas etapas de vida. A nivel gubernamental, un retiro tardío y una mayor migración, pueden mitigar los efectos de una población más vieja. A nivel personal, la diversificación en una variedad de activos, reducirá el riesgo e invertir en mercados emergentes puede asegurar retornos más altos en un ambiente de baja inflación.