El presidente de Brasil, Dilma Rousseff, está poniendo su fe en el bancario ejecutivo estatal Aldemir Bendine para restaurar las fortunas de la compañía petrolera nacional de Brasil, que está luchando con baja rentabilidad en un momento de un precio del petróleo débil, un balance fuertemente orientado y un gran escándalo de corrupción. El antiguo CEO del Banco do Brasil ha reemplazado Maria das Gracas Foester, que sedimitió después de no poder establecer un consenso para el nivel de amortizaciones necesarias tras del escándalo.

Investigaciones recientes realizadas por la Policía Federal de Brasil, llamada Operación Car Wash, ha descubierto que Petrobras aceptó sobornos de empresas constructoras y canalizó los fondos a los partidos de la coalición gobernante. Estas empresas constructoras supuestamente pagaron sobornos para asegurar $23 mil millones en contratos con Petrobras en los últimos años.

Urgencia Requerida para Resolver el Escándalo de la Corrupción

El nuevo equipo de gestión debe obtener la aprobación de la junta directiva y de auditores independientes para amortizaciones del esquema de corrupción, como una falta de consenso ha cerrado a Petrobas en los mercados internacionales de bonos. Se espera que los saneamientos potenciales sean inferiores a la estimación anterior de 31 mil millones de dólares hecha con los resultados no auditados del tercer trimestre publicados en enero. Petrobras debe proporcionar al mercado resultados auditados en el cuarto trimestre a finales de junio o entonces entrar en defecto con $50 mil millones en bonos.

Una Oportunidad para una Mayor Autonomía en Petrobras

Criticado por sus relaciones con el Partido de los Trabajadores, Bendine ha asegurado a los mercados que va a demostrar plena autonomía para dictar su propia política de precios y un programa efectivo. Una buena gestión de los flujos de caja y endeudamiento son prioridades para el nuevo CEO, que tendrá que reunir capital para Petrobras cuanto antes. La venta de algunas de sus posiciones en los campos de petróleo y gas en aguas profundas de Brasil cerca de las costas de los estados de Río y São Paulo es una opción que está actualmente bajo consideración. El Partido de los Trabajadores (PT), por otro lado quiere que el nuevo director general mantenga las políticas destinadas a fomentar el empleo, tales como la compra de bienes y servicios a proveedores locales, y mantener Petrobras en el control operativo de las regiones petroleras de Brasil. Los mercados estarán observando de cerca en las próximas semanas para determinar la independencia de Bendine.

Un símbolo de la larga bonanza económica de Brasil en la última década, Petrobras está entrando en aguas turbulentas. Hace mucho tiempo conocido como una hucha del Partido de los Trabajadores, la reestructuración de la gestión de la compañía será una oportunidad para el gigante petrolero ser más autónomo y próspero.