¿Cómo Alcanzar la Sostenibilidad en Nuestras Ciudades?

mayo 2, 2017

Si prestamos atención a cualquiera de las principales ciudades del mundo, como Londres, Nueva York, Sydney, Tokio, Shanghai y Bangalore, podemos apreciar claramente la impresionante tasa de desarrollo socioeconómico de la humanidad. Los centros urbanos se han convertido en una poderosa fuente de innovación y prosperidad en este mundo tan cambiante y, como resultado, tienen la gran oportunidad y responsabilidad de convertirse en líderes mundiales en materia de sostenibilidad.

Alrededor del mundo, las ciudades ocupan el 2% de la superficie del planeta y, sin embargo, albergan a más de la mitad de la población mundial (3.75 millones de personas), responsables del 75% del consumo mundial de energía y del 80% de las emisiones de CO2. Se espera que para el 2020, el 66% de la población mundial sea urbana, lo que representa un aumento drástico del 30% desde 1950. Los 2,500 millones de personas adicionales en las próximas décadas exacerbarán los ya grandes desafíos de distribución de recursos y protección del medio ambiente.

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Fuente: Statista – UN Population Division, World Economic Forum

Antes de profundizar en las soluciones, es importante comprender primero los factores que impulsan este crecimiento sin precedentes en nuestros centros urbanos. Las ciudades son impulsores importantes del desarrollo económico, ya que sirven como centro para el gobierno, el comercio, los transportes y la distribución de recursos. Los centros urbanos son fuente de dos tercios de la economía mundial actual. Para 2050, este impacto económico aumentará a tres cuartas partes, reduciendo el valor de lo que muchos milenios de actividad económica agraria lograron en menos de un siglo. Con la vida urbana asociada con niveles más altos de alfabetización, educación, salud, acceso a servicios sociales y empleo, muchas personas de todo el mundo se trasladan a estas áreas para obtener mayores oportunidades.

Una pregunta importante que los gobiernos y organizaciones mundiales enfrentan hoy, es: ¿cómo la migración sin precedentes hacia los centros urbanos afectará a nuestras comunidades circundantes, al medio ambiente y a la diversidad biológica?. Según National Geographic, el crecimiento urbano intensivo puede conducir a una mayor pobreza, con los gobiernos locales incapaces de prestar servicios a todas las personas. El uso concentrado de energía conduce a una mayor contaminación del aire con impactos significativos en la salud humana. La Organización Mundial de la Salud ha informado que el 92% de la población mundial vive en zonas donde la contaminación atmosférica supera los límites de seguridad, causando alrededor de 3 millones de muertes cada año. Sin embargo, esta contaminación en conjunto con las barreras físicas como edificios, carreteras y otras infraestructuras, reducen el crecimiento de los árboles y las poblaciones de animales, que también son inhibidas por sustancias tóxicas, vehículos y pérdida de hábitat y fuentes de alimento. El Centro Helmoltz para la Investigación Ambiental en Alemania, ha calculado que la creciente urbanización ha costado a su ciudad local cinco mil millones de años de historia evolutiva.

Por lo tanto, hacer que nuestras ciudades sean más eficientes tendrá un impacto significativo en términos de sostenibilidad global. Los centros urbanos tienen la responsabilidad de impulsar la adopción de nuevas tecnologías e infraestructuras ecológicas para disminuir su carga sobre el medio ambiente, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades de su creciente población y garantizando el desarrollo económico. Una eco-ciudad es un asentamiento humano modelado en estructura y funcionamiento autosostenible de acuerdo con los ecosistemas naturales, proporcionando abundancia saludable a su población sin consumir más recursos (renovables) de los que produce, sin generar más residuos de los que pueda asimilar y sin afectar a los ecosistemas vecinos.

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Si bien esto no es un objetivo fácil, hay muchas ciudades alrededor del mundo que están liderando el camino mediante la adopción de tecnologías y prácticas convincentes. Ciudades como Oslo y Sydney están estableciendo objetivos para frenar el cambio climático que superan las metas nacionales. Más de 2,500 ciudades han presentado planes de reducción de emisiones de carbono a la Organización de las Naciones Unidas desde 2014, incluyendo la implementación de zonas libres de automóviles, sitios de construcción libres de combustibles fósiles, iniciativas de reforestación y prácticas sostenibles de manejo de desechos. Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, estos planes podrían reducir 500 millones de toneladas de emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030.

La transformación de las ciudades, para alcanzar un nivel óptimo de bienestar humano y ambiental, será esencial para lograr un futuro sostenible. El auge de las eco-ciudades está en marcha alrededor del mundo y el Nim está bien posicionado para ayudar a impulsar la innovación y garantizar el éxito en el alcance de una verdadera sostenibilidad. ¿Cómo? El Nim es ideal para los esfuerzos de reforestación, con su alta tasa de captura de carbono de 14 μmol de CO2 m-1 seg-1, suficiente para eliminar 12.27 toneladas de carbono por año! El Nim incluso sirve como filtro para contaminantes en el aire, limpia la piel y el cuerpo de las toxinas que se absorben como producto de vivir en áreas urbanas, definiendo así su lugar como el árbol idóneo de la eco-ciudad sostenible.