“Siendo el país con mayor biodiversidad y demostrando tener una de las matrices de energía más limpia del mundo, Brasil es un poder ambiental con un contundente compromiso hacia el medio ambiente.”
– Michel Temer, Presidente de Brasil, Asamblea General de las Naciones Unidas (2016) –
Haciendo su primera aparición en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el nuevo Presidente de Brasil, Michel Temer, reveló su posición frente a varios problemas internacionales, desde la importancia de la protección ambiental para el crecimiento económico y la prosperidad social, como también, la condena de políticas xenófobas y proteccionistas que actualmente interfieren en la política moderna a nivel mundial. Al liberar el comercio en varias industrias combinadas con un enfoque sostenible, de responsabilidad social y protección ambiental, se ha aumentado la confianza en Brasil a los ojos de los inversionistas extranjeros, quienes son atraídos por la nueva dirección del gobierno centro derechista.
En la última década, Brasil ha guiado los esfuerzos que contrarrestan el impacto del cambio climático y al mismo tiempo han incrementado su dominio en la agricultura global, una industria que a menudo es culpable por la degradación ambiental. ¿Cómo? Con un compromiso a la sustentabilidad, protección ambiental y responsabilidad social en la producción agrícola que asegura el suministro global de alimentos. Con más tierras cultivables y agua potable (300 millones de hectáreas) que cualquier otro lugar en el mundo, Brasil ya es el mayor productor de múltiples cultivos y alimentos a nivel global. La industria representa 5.6% del PIB brasileño con un valor de $2.2 billones en 2015, adquiriendo USD$86,000 millones en exportaciones (36% del total) y usando un impresionante 15% de su fuerza laboral. Los negocios agrícolas en el país llegaron a USD$476,000 millones en el 2015, un valor que se ha duplicado en la última década. Es actualmente el 4to poder agrícola más grande del mundo; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), espera que el país se vuelva el 1ro para el año 2020.
Importancia de la Agricultura en la Economía y Fuerza Laboral a Nivel Mundial
Fuente: The State of Food and Agriculture, FAO (2015)
Para seguir avanzando, Brasil planea fortalecer su dominio del mercado agrícola para alcanzar el 10% en los próximos 5 años. El ministro de agricultura de Brasil, Blairo Maggi, está recorriendo Asia para negociar la venta de productos agrícolas brasileños a algunas de las economías más grandes que albergan a más de la mitad de la población mundial. La misión se espera genere hasta $2 mil millones de dólares en inversión mientras el gobierno continúa creando inversiones más seguras y lucrativas para empresas privadas que forjan los contratos.
“Hemos demostrado que Brasil tiene activos sociales y ambientales como pocos países en el mercado. Cuando alguien compra un producto en Brasil, está comprando mucho más que un producto, está adquiriendo un paquete ambiental y social que Brasil ofrece.”– Ministro de Agricultura, Blairo Maggi (2016) –
Brasil se ha vuelto un líder mundial en protección ambiental, reduciendo a la mitad todas sus emisiones de gases efecto invernadero y disminuyendo la deforestación en un 82% en la última década. Los compromisos ambientales para el 2030 incluyen 43% más sobre la reducción de emisiones de carbono, comparado con el 2005; la restauración de 12 millones de hectáreas de bosques, y 33% de expansión de uso de energía renovable. Su compromiso sin precedentes hacia la sustentabilidad, protección ambiental y responsabilidad social, especialmente el la producción agrícola, que ayudará a asegurar el suministro global de alimentos para las generaciones. Al incorporar la protección de recursos naturales a la estrategia del país para el crecimiento económico y de producción, Brasil fortalece su reputación como el mercado de alimentos del mundo.
Con tierras y otros recursos agrícolas bajo presión, Brasil está descubriendo la importancia vital de la agricultura sustentable al enfocarse en proyectos que mejoran la salud del suelo, combaten enfermedades de cultivos y incrementan rendimientos. Lo anterior para solucionar uno de los problemas más significativos: alimentar de manera segura, sustentable y benéfica, a 3 mil millones de personas para 2050.