Si dedicamos parte de nuestro tiempo a leer y revisar algunos de los informes de la Organización de las Naciones Unidas, del Fondo Monetario Internacional o incluso del Wall Street Journal, podremos entender la gran importancia que tiene el año 2050. Como la mayoría de los pronósticos lo prevé, las próximas décadas pueden ser fundamentales para la resolución de algunos de los desafíos más importantes del mundo. Frente a un crecimiento sin precedente de nuestra población mundial, el aumento de la degradación ambiental y las reservas limitadas de nuestros recursos más esenciales, debemos aprender a adaptarnos para fortalecer nuestro modo de vida actual y para las generaciones futuras.
Entonces, ¿cómo será la vida en el 2050? En primer lugar, habrá mucha más gente. Se espera que la población alcance los 9.7 mil millones, lo que aumentará el nivel de necesidades de sustento en todo el mundo. Se espera que más de la mitad de estas personas vivan en regiones que sufren de estrés hídrico severo. Millones podrían carecer de alimentos ya que se espera que los rendimientos mundiales de trigo y maíz disminuyan casi un 10%. La mayoría de las poblaciones de peces del mundo se habrán extinguido debido al aumento de la demanda. Menos de la mitad de nuestras selvas tropicales seguirán siendo ecosistemas viables. Los altos niveles de agua y los fenómenos meteorológicos extremos se convertirán en un factor común. Afortunadamente, existe oportunidad para el optimismo, especialmente si se toma en cuenta la tasa de desarrollo social y económico del último siglo. La ingeniería genética tendrá la capacidad de ofrecer tratamientos para las enfermedades más letales. La pobreza será erradicada. La mayoría de los adultos sabrán leer. La energía renovable y limpia alimentará a la mayor parte del mundo. El Internet llegará a todos los rincones del planeta y la inteligencia artificial llevará la innovación a un nivel nunca antes visto.
A pesar de que vivimos en tiempos emocionantes y volátiles, se espera que la economía mundial duplique su tamaño para 2050. El orden económico actual está a punto de sufrir un cambio profundo con los mercados emergentes como China, India, Brasil y Rusia convirtiéndose en los principales catalizadores para el crecimiento en todo el mundo, aumentando su participación en el PIB global de un 35% a un 50%. Es probable que para 2050 algunas economías del mundo como Indonesia, Brasil y México sean más grandes que el Reino Unido y Francia, mientras que Pakistán y Egipto superarán a Italia y Canadá. Se espera que las economías que están más desarrolladas al día de hoy continúen disfrutando de mayores ingresos, mientras las economías emergentes estarán haciendo grandes progresos para cerrar la brecha. Esto,generará grandes oportunidades para las empresas y las personas que realicen inversiones a largo plazo en estos mercados.
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Proyección de las Tasas de PIB (a paridad de poder adquisitivo)
Fuente: Banco Mundial (2017)
Décadas de innovaciones sociales, económicas y ambientales alterarán y mejorarán el mundo de maneras sorprendentes; a la par surgirán nuevos retos que demanden la creación de nuevas alternativas viables. Para asegurar el crecimiento económico mundial en el futuro, debemos evitar un retorno hacia el proteccionismo y garantizar que los beneficios de la globalización se sientan de manera más equitativa en toda la sociedad. Los desafíos estructurales, como el cambio climático, la seguridad alimentaria y el envejecimiento de la población, requieren de nuevas tecnologías para garantizar que el crecimiento mundial a largo plazo sea ambientalmente responsable y sostenible.
Para los inversionistas, resulta de vital importancia mirar más allá de los desafíos a corto plazo de un mercado volátil y desarrollar estrategias que ayuden a resolver los grandes desafíos globales. Esto ayudará a crear un valor verdadero y de larga duración que permitirá a nuestro mundo prosperar de manera sustentable e inteligente.