Mantener la Calma Ante el Desacuerdo Sobre el Cambio Climático

junio 1, 2017

El Presidente Donald Trump ha declarado que Estados Unidos se retirará del Acuerdo histórico de la COP21 de París, tal y como se estableció dentro del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en diciembre de 2015.

Con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de los 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, el Acuerdo de París logró que 195 países fijaran sus objetivos para mitigar los impactos drásticos del cambio climático. A pesar del asesoramiento experto de líderes mundiales y jefes de industria para mantener y apegarse al Acuerdo, el presidente Trump ha cumplido una de sus promesas de campaña. Con esta decisión se reniega de los compromisos adquiridos con la acción climática por la administración anterior y se abre el camino para nuevas negociaciones. La pregunta principal que permanece en la mente de todo el mundo, es si el Acuerdo climático sobrevivirá sin la participación plena de los Estados Unidos.

Bajo el Acuerdo de París de la COP21 sobre Cambio Climático, cada país estructuró sus propios compromisos para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y acordó reunirse periódicamente para revisar el progreso y reforzar aún más sus acciones. A diferencia del Protocolo de Kyoto en 1997, este acuerdo no era vinculante para que los países pudieran adaptar sus planes de acuerdo con su situación interna. Los Estados Unidos, pioneros de este histórico acuerdo, se comprometieron a reducir las emisiones domésticas de gases de efecto invernadero hasta un 28% por debajo de los niveles de 2005 para 2025, comprometieron $3 mil millones en ayuda climática para las regiones en desarrollo del mundo para 2020 y que el 20% de su energía sería procedente de fuentes libres de carbono para el 2030. La India prometió reducir su intensidad de emisiones de carbono (la emisión por unidad del Producto Interno Bruto) hasta un 35% respecto a los niveles de 2005 en los próximos 15 años. Si bien es poco probable que estas promesas impidan que las temperaturas suban por encima del umbral de 2°C, el Instituto de Investigación Grantham y la Facultad de Derecho de Columbia concluyeron que la simple existencia del acuerdo ha inspirado a cientos de países a implementar proactivamente leyes y la regulaciones de protección climática.

June_01_2017-Chart1_Spa-01

 

Aún existe una gran necesidad de acción climática inmediata. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha advertido que el mundo está en camino hacia un calentamiento de 3°C por encima de los niveles preindustriales en desacuerdo con las expectativas y promesas globales sobre el clima mundial. Los riesgos incluyen la desestabilización de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, el aumento del nivel del mar, olas de calor y sequías más destructivas y la pérdida de ecosistemas vitales como los arrecifes de coral. Se espera que esto cueste al mundo medio billón de dólares anualmente para el 2050, en contención de desastres, desarrollo de infraestructura y pérdida de productividad; y reduzca el valor de los activos financieros globales en 24 billones de dólares durante el mismo período.

June_01_2017-Chart2_Spa-01

A pesar de que la decisión de la administración Trump es controversial, es importante tomar nota de los tiempos. Se espera que el proceso de salida dure por lo menos tres años y medio, de acuerdo con lo estipulado en el Acuerdo. Esto coincidirá con las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, momento en el cual el tema se volverá una cuestión principal. El Presidente Trump capitalizará entonces la oportunidad y apelará al grupo demográfico más amplio de la sociedad para tratar de negociar un nuevo acuerdo climático.

Mientras tanto, la calma debe prevalecer. El Plan de Energía Limpia de la Administración Obama para reducir las emisiones de las centrales eléctricas sigue vigente a nivel nacional y estados como California y Nueva York han jurado preservar e intensificar sus propios programas ambientales. Las empresas en Estados Unidos han optado por un futuro con emisiones bajas de carbono a través de la innovación y la adopción generalizada de tecnologías renovables. Las inversiones en industrias en crecimiento como la eólica y la solar han creado algunos de los flujos de empleo más rápidos de los últimos años y han contribuido a una de las tendencias más largas de la creación de empleo en la historia del país. Tesla, General Motors, Microsoft y American Electric Power están haciendo compromisos claros y sustanciales para asegurar que nuestro futuro sea de energía limpia y poder fortalecer la protección ambiental. Casi la mitad de las empresas de Fortune 500 han adoptado al menos un objetivo climático o de energía limpia,  23  de estas estan haciendo cambios para que eventualmente sus negocios sean dirigidos con 100% de energía renovable. Dentro de estas empresas destacan Google, Bank of America y Wal-Mart.

Nuestro consejo para aquellos que no están de acuerdo con la salida de los Estados Unidos del Acuerdo de París es evitar la incertidumbre que será perpetuada por los medios de comunicación.  Tenemos una gran responsabilidad para fortalecer soluciones seguras, limpias y renovables en toda la industria. Esto es necesario para que podamos evolucionar y formar una sociedad sostenible que pueda prosperar a través de generaciones. La acción climática no sólo nos ayudará a prepararnos para un cambio irreversible alejado de los combustibles fósiles, sino también para crear nuevas e interesantes industrias que impulsen la creación de empleo, las oportunidades de inversión y el crecimiento económico sostenible. Al reorientar los flujos de capital hacia estas causas, los inversionistas e instituciones financieras pueden proteger sus activos del clima global y de los riesgos económicos, mientras generan rendimientos atractivos y duraderos.