El Impacto Financiero de la Deuda Ecológica

mayo 25, 2017

Calcular el costo financiero del cambio climático no es una tarea fácil. Si bien los impactos del aumento de la temperatura en los cimientos de la economía mundial están bien documentados, las implicaciones financieras aún deben ser comprendidas completamente.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas ha calculado que ayudar a las naciones a hacer frente a los impactos climáticos costará al mundo medio billón de dólares anualmente para 2050. En el peor de los casos y de acuerdo con la Universidad de Economía de Londres, se espera que el cambio climático reduzca el valor de los activos financieros mundiales por 24 billones de dólares para 2100. En el mejor de los casos, si construimos una economía más verde con éxito, enfrentaremos una pérdida de sólo 2.5 billones de dólares. A pesar de la complejidad en el cálculo de estos costos del cambio climático, hay tres factores principales que sirven como catalizadores:

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Desastres Naturales y Migración Masiva

Ninguna tormenta, tornado o inundación puede atribuirse específicamente al cambio climático; sin embargo, el consenso científico afirma que los fenómenos meteorológicos extremos, como el huracán Katrina y el tifón Haiyan, aumentarán en gravedad y frecuencia en todo el mundo. Actualmente, el costo del clima y de los desastres relacionados con él, cuestan un promedio de $40 mil millones de dólares al año sólo en los Estados Unidos. La Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA, por sus siglas en inglés) identificó 10 desastres con costos de miles de millones de dólares, los cuales van desde inundaciones en Carolina del Sur hasta incendios forestales en Alaska. En 2016, 15 desastres costaron $46 mil millones en costos directos, y 5 desastres en lo que va de 2017 que han costado más de $1 mil millones cada uno.

No se puede negar que la frecuencia de tales eventos ha aumentado en las últimas décadas. Los años 80 experimentaron un promedio de solamente 2.6 desastres que costaron más de $1 mil millones anualmente. La década de 1990 enfrentó estos desastres por casi el doble, con un promedio de 4.8 cada año. El promedio en los años 2000 fue de 5.4 por año, y desde entonces ha habido un aumento con un promedio de 7.4 por año. La Agencia Federal de Gestión de Emergencias de los Estados Unidos emitió más de $67 mil millones de dólares en subvenciones a las personas en necesidad después de que enfrentaran condiciones climáticas extremas y desastres forestales en la década y hasta 2015.

Estos fenómenos climatológicos extremos han desplazado a la gente de sus hogares, creando refugiados ambientales. Las inundaciones de 2010 en Pakistán desplazaron a 11 millones de personas y el tifón Haiyan en Filipinas desplazó a 4 millones de personas en 2013. Estados Unidos tuvo su primer refugiado climático en Newtok, Alaska ese mismo año. Tales movimientos masivos de personas y trastornos sociales no sólo implican grandes costos, sino que a menudo provocan disturbios civiles y conflictos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculó que los costos mundiales de los refugiados alcanzaron los 6.6 mil millones de dólares en 2015, con un aumento del 4.8% del año anterior.

Esto no considera el impacto del aumento del nivel del mar, que será la mayor causa de desplazamiento humano de nuestra historia si no se mitigan a tiempo los aumentos de temperatura.

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Desarrollo de Infraestructura

Muchas de las ciudades costeras del mundo, que van desde la ciudad de Ho Chi Minh, Mumbai, Nueva Orleans, Ámsterdam y Shanghái, enfrentan graves riesgos ante el aumento de los niveles de agua. Un ejemplo de esto es Miami, donde si hubiera un aumento de tres pies en el nivel del mar en 2050, producto de un aumento de temperatura de 2ºC, 145,000 millones de dólares en activos inmobiliarios y 300,000 viviendas se perderían para siempre. Para el año 2100, esto afectaría a casi 20 millones de personas que actualmente viven en áreas costeras en los Estados Unidos y hasta 760 millones de personas en todo el mundo una vez que la temperatura promedio haya aumentado 4ºC.

Incluso el cumplimiento de los objetivos de emisión prometidos por los países bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) seguiría dejando al mundo 13,700 millones de toneladas de CO2 (un 60 %) por encima del nivel necesario para mantener el calentamiento de 2ºC para 2035. Se espera que estas medidas cuesten 4 billones de dólares durante los próximos 15 años, que representa un aumento de aproximadamente 5% sobre la cantidad que probablemente se gastaría de cualquier forma en nuevas centrales eléctricas, sistemas de tránsito y otras infraestructuras.

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Declive de la Productividad

Sorprendentemente, la productividad económica también depende en gran medida de la temperatura. Según los investigadores de Stanford, la productividad económica alcanza un máximo alrededor de los 13 °C (55.4 ° F), de modo que a medida que se desvía, a más o menos de 13ºC, la productividad disminuye. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se espera que el cambio climático cause cerca de 2 billones de dólares en pérdida de productividad para 2030. Los estudios de negocios coinciden con estos datos; Citigroup publicó un informe que indica que limitar los aumentos de temperatura a 1.5ºC ahorraría hasta $50 billones en la pérdida global del PIB.

Las alteraciones de la vida cotidiana causadas por el cambio climático significan días de trabajo perdidos, daños al comercio, retrasos a la producción agrícola y producción de energía ineficiente. Según la Evaluación Nacional del Clima del Programa de Investigación sobre el Cambio Global de los Estados Unidos, los cultivos podrían producir hasta un 30% menos de rendimiento debido simplemente al cambio climático, sin mencionar la disminución de las tierras cultivables disponibles para la agricultura si el nivel del mar sube. Los eventos meteorológicos severos e inconsistentes también causan estragos en la siembra y cosecha, causan cortes de energía, aumentan el tráfico y retrasan los viajes aéreos.

Independientemente de si el calentamiento global causado por el hombre es considerado real o no, todos tendremos que lidiar con las implicaciones financieras de las estrategias de mitigación y adaptación al clima a largo plazo. Con la legislación implementada para reducir las emisiones de carbono y aumentar la protección ambiental en todo el mundo, las organizaciones e inversionistas están calculando seriamente cómo reducir el riesgo y aumentar los retornos en este clima cambiante. No se puede negar que el futuro de la economía global debe ser  verde. Seamos parte de la solución.